miércoles, 29 de febrero de 2012

A cambio de Nada





Mirarte sin que veas, 
oírte respirar. 
Mezclarme contigo 
sin tener recelos. 
Besarte en la nuca
no por temer tus ojos 
sino porque me encanta
bajarte por la espalda.
Hacer gárgaras
con mis inseguridades
y salir al ruedo
sin estrategia planeada:
darte mi cariño 
a cambio de nada.

Hablarte de mis miedos, 
mis heridas y mis sueños. 
Olvidar que me traicionaron, 
obviar mi propia traición. 
Que los pasados escarmientos,
que queramos o no queramos 
a todos nos dejaron marcados, 
sirvan de entrenamiento. 

Que no sea en ese espejo 
donde vea mi reflejo. 

No pensar que me harás daño, 
porque ya nada puede evitar eso. 
No medirte con la regla 
que mide las cicatrices, 
restos de una vida 
de eternos aprendices,
sino con mis dedos 
enredados en tu pelo, 
en tus piernas, 
en tus manos, 
en tu cuello. 

Tener la certeza de que, 
pase lo que pase, 
mi recuerdo será siempre 
tan bonito 
como soy capaz de mirarte 
y tan tierno 
como soy capaz de besarte. 

Mantenerme erguido
sin temer a la riada,
darte mi confianza 
a cambio de nada.

No tener expectativas, 
dejar al impulso volar. 
Asomarme para mirar 
el viento y la lluvia 
sin taparme la cara 
y querer quedarme así 
toda la temporada. 

Que cruces mis pensamientos 
cuando estoy contento; 
que evocar tu recuerdo 
no sea por raros momentos. 
Recuperar la ilusión 
de la infancia pasada. 
Dejarme caer, 
resbalando por ella, 
disfrutar de la bajada. 

Derrotar a la mente, 
sentirla desconectada. 
Dejar que la inocencia 
cumpla su palabra 
y ofrecerte mi alma
a cambio de nada.

viernes, 24 de febrero de 2012

Juicios de Precio




Vehemencia desbocada? 
Síntoma de euforia. 
Saberse superior? 
No emociona. 
Pensarse diferente? 
No en mi idioma. 
Amenazas conmigo? 
No funcionan.
Casarse con la corriente? 
Me decepciona. 
Tristeza por empacho? 
No, perdona. 
Luchar por ideas rancias? 
Pérdida de memoria. 
Brindis por el éxito? 
Futilidad en el ahora. 
Ilusionarse por entregas? 
Error en el axioma. 
Predecir el futuro? 
Ignorancia atesorada. 
Catalizar las situaciones? 
Tentador, pero ahoga. 
Urdir tretas? 
Vicios de marioneta.
Palabras subidas de tono? 
Pobre premio la victoria. 
Subidón de adrenalina? 
Temporalmente inducida. 
Reproches ácidos? 
Valiente oratoria. 
Caprichos de la mente? 
Malcriada conscientemente.
Opiniones alcohólicas?
Realidades ilusorias. 
Pensamiento constructivo? 
Vacuna para la discordia. 
Apuestas al azar? 
Débil combinatoria. 
La valentía y la verdad? 
Ésa, es otra historia. 

lunes, 6 de febrero de 2012

Des-Varíos Varios (y II)


Trifulcas, ensordecedores silencios.
Reivindicaciones, ahora ya si eso.
Estornudo, gestión de las emociones. 
Presentaciones, me escupiría en la mano.

Caminando hacia mi casa
te recuerdo llorar tímidamente
porque me dió por llevarte
por la ruta más complicada,
recorriendo de punta a punta
la calle de la amargura.

Cerebro, carcoma campando a sus anchas.
Griterío, me pasé con el picante.
Transeúntes, con derecho a roce.
Despropósitos, alicatados hasta el techo.

Haciendo café para dos,
recién levantado caliento la leche. 
Consciente de que me voy a tomar el tuyo,
me entran ganas de desayunar
unas fresas con cava
por celebrar que prefiero dormir conmigo
antes que con la versión dos punto cero
de tu indiferencia recién actualizada.

Esperanza, se cayó de bruces.
Enamoramiento, prohibida la venta ambulante.
Centrifugado, recuerdos de parte de tu ex.
Comprensión, ahora viene en cubitos.

Todo era más bonito en tu mente
que en el jardín botánico en marzo
porque no había quien te regara
con aquellas heladas de invierno.
Soy más partidario de las fantasías:
me pongo los guantes, salgo corriendo,
salto vallas, tropiezo con obstáculos,
toco en la realidad y vuelvo.

Decoración, actriz principal.
Reflexiones, precio según mercado.
Escarmiento, cada uno con el suyo.
Compañerismo, al mejor postor.

Ni tú ni yo somos de cumplimentar
formularios de consuelo de cumplidos
para los que dicen ser nuestros amigos
y que en cuanto llueve corren despavoridos.
Ni tú ni yo somos de imaginar dramas
porque bastante tuvimos ya:
yo, reiniciándome por ciencia difusa;
tú, con tu espontáneo desfibrilar.

Estoicos, mordiéndose las uñas.
Promesas, cartas de reclamación.
Desinterés, el móvil del crimen.
Prepotencia, ocho cilíndros en V.

No es que estos días haga mucho frío,
es que toda la población ha decidido,
al mismo tiempo,
comer caramelos de eucalipto,
y soplar en dirección a tu oído.
No es que haya crisis social,
es que Dios está aburrido
de oír como nos quejamos
y ha decidido destruírnos.

Favores, no pagan el alquiler.
Sinceridad, pies para qué os quiero.
Amistad, espermicida en supositorios.
Deseo, peligrosas intenciones ocultas.

No es que se hayan perdido los valores,
es que nadie hace la cola de la ilusión
y se han pasado,
por este orden,
a la cola del desamor,
a la del odio,
a la del miedo
y a la de la desesperación.
Y para terminar de procesar 
todas estas informaciones
se pretende que interpretemos 
el libro de las revelaciones.

Huída, trending topic.
Petulancia, me gustan tus calcetines.
Excomunión, manda tu curriculum. 
Auxilio, enseguida estoy contigo.

Si mezclamos el olvido, la desidia,
la dentera, el egoísmo, el mal vino,
la cobardía generalizada, la avaricia,
la incongruencia y la falta de principios,
cómo no vamos a llegar al final
a este lugar en medio de la nada
donde no nos queda más opción
que aniquilarnos por simple desgana?

Presencia, polvareda de estampida.
Ambición, se entregó a las autoridades. 
Barbitúricos, hola, qué tal?
Fósiles, pelos tuyos en mi almohada.

Que gracioso te pones
cuando te sientes ofendido:
parece que te haya picado una avispa
y en vez de veneno te haya inoculado,
directa al torrente sanguíneo,
una dosis de vergüenza y orgullo
que te quita todo el maquillaje
mostrándote tal y como te han parido.