Nueve miradas antes de hablarte.
Nueve palabras sin insultarte.
Nueve segundos en tu conciencia.
Nueve minutos de besos con lengua.
Nueve mentiras para hacer que vengas.
Nueve razones que te convenzan.
Nueve posturas entre las sábanas conmigo.
Nueve orgasmos al amanecer en un frío domingo.
A las nueve y uno de la mañana
te digo con nueve besos en la boca
que tengo nueve motivos
para que te vayas de mi alcoba
pues tengo nueve hermanos
de nueve padres nunca vistos
y nueve veces nueve los problemas
que me hacen distinto.
Nueve agujeros en los pantalones.
Nueve pañuelos para que llores
cuando te cuente nueve nuevas mentiras
de las llamadas que te haré en nueve días.
Nueve errores cometidos
hasta nueve infinitos sin sentido.
Pero de las nueve realidades
con las que juguetea el destino
la verdad golpea
como nueve mazos en un juicio
pues nueve décimas de segundo necesito
para apartarte a un lado
y seguir otros nueve caminos.