lunes, 3 de octubre de 2011

Sugerencias y Avisos por Correspondencia





Recomiendo servirme en frío, 
intenso, 
sin guarnición, 
sin entrantes de diseño, 
sin pensar en rosáceos todo el tiempo. 
Soy de comer con vino y sin cubiertos. 
De postre me gustan los dulces
y averiguar debajo qué llevas puesto.

No tengo manías persecutorias dentro
ni hago caja con lo que no es nuestro; 
no me gusta mear fuera del tiesto
ni duermo con un ojo abierto. 
La cara descubierta en estos tiempos 
se me quedó así, 
es otro defecto.

No agarro por el mango si no estoy dispuesto
a usar la fuerza como último intento.
Sólo me abrigo por el frío del invierno
y no grito al oído si me estas oyendo. 
No piso sin mirar tus zapatos nuevos
ni me clavo tus tacones sólo por hacerlo. 
No te abrazo por la noche por estar contento,
te beso cada vez menos porque así lo siento. 
Y ni te ponen a prueba mis malos recuerdos
ni aireo mi ropa sucia a los cuatro vientos. 

No doy salida a tu rabia
porque no me miro en ese espejo.
No te tiro de la lengua 
porque prefiero tirarte de los sueños.

No salto tus verjas 
si tu no me dejas.
No canto tus poemas, 
no leo tus acciones,
no juzgo tus miedos,
no tengo esas ambiciones.

No hago el amor,
doy placeres inversos.
No hago trenzas ni coletas, 
me gusta el pelo así, 
suelto.
No te doy esperanzas de nada
porque nada me resultó eterno.
No te agarro por la calle 
porque no estaría siendo sincero.
No jugaría con tu respeto
porque ya estoy despierto. 

No hago las cosas por despecho 
ni le consiento a nadie hacerlo. 
Mis rarezas son constantes, 
ante las tuyas no protesto. 
Y no tengo ocultas verdades; 
si me preguntas, 
yo contesto.

Todas mis cosas, 
todos mis secretos, 
están bajo la llave 
que pende de tu llavero.
Y esto tienes que entenderlo; 
porque no me pasa nada malo, 
tan sólo resulta que, 
al final, 
no es que no sea listo, 
es que estoy aprendiendo.



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