martes, 19 de junio de 2012

Pasos Falsos





Cuando volviendo a casa
con cierto aire distraído 
me ves en una terraza 
y te decides a bote pronto 
hacer, como siempre, 
algo que no es de recibo.
Porque sí, es verdad, 
contra todo pronóstico, 
resulta que sigo vivo. 

Cuando te acercas y dices hola, 
y yo me hago el sorprendido. 
Formalmente te presento, 
todo muy limpio,
todo muy aséptico. 
Dices que te alegras de verme 
y para constatar eso 
te haces la simpática. 
Pero allí todos sabemos 
qué estás escondiendo. 

En qué estás pensando? 
No ves que no tienes derecho 
a ejercer tu desprecio 
y luego pretender que puedes 
acercarte a darme dos besos?

Hay algo ahí dentro, 
en eso que llamas cerebro, 
que funcione mínimamente, 
o te ha dado mucho el sol 
y no llevabas sombrero? 

La primera tiene un pase,
la segunda no te la consiento.
Muestra un poco de respeto,
algo que yo te he concedido.
Y sí, somos iguales,
también me lo he merecido.

Que conste que no es un deseo, 
no te lo estoy pidiendo: 
vas a a pasar de largo
cuando me veas de lejos. 
Y si quieres saber algo, 
si de verdad te intereso, 
haz el favor de llamarme, 
seguro que todavía tienes
mi número de teléfono.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario